ARDE LUCUS 2021

Otro año más llega el Arde Lucus, el cual ya es reconocido en la mayor parte de España y en el extranjero. Se sigue luchando por conseguir que la celebración alcance la categoría de Fiesta de Interés Turístico Internacional y, para ello, hay que mantener viva la llama y el espíritu del Arde Lucus. En esta nueva edición, después de haberse reunido el Concello de Lugo con las diecinueve asociaciones de recreación histórica, se decidió que el programa de la fiesta tendría que ir adaptado a las normas sanitarias del momento, ya que lo más importante era mantener la seguridad ciudadana.

El Arde Lucus celebró su veinteava edición este año y, aunque se realizaron actividades presenciales, lo que primaron fueron las telemáticas, tal y como había ocurrido el año anterior debido a la pandemia de la COVID-19. Como ya viene siendo habitual en otras ediciones, el Arde Lucus Cultural se inició unos meses antes con unas cincuenta actividades programadas en las que la muralla romana tuvo un importante papel. Esto fue porque el dieciséis de abril se celebró su centenario como Monumento Histórico Nacional, lo cual sirvió para dotarla de una mayor protección. Por eso una de las iniciativas que se llevó a cabo de forma presencial fueron los paseos guiados con Paulo Fabio Máximo. Uno de ellos fue el recorrido por el perímetro completo de la muralla y también se visitaron algunos de los vestigios arqueológicos de la época romana de su entorno. Hubo otros tres que discurrieron por la VIA XIX, las Termas Romanas y por los yacimientos arqueológicos.

Tampoco faltó el ciclo de cine arqueológico en el que se pudo ver “La Mujer en Cartago Nova”, “El verdadero rostro de los galos” y “Tutankamón, el tesoro redescubierto”, que se proyectaron en la Vieja Cárcel. A este ciclo hubo que añadirle el que se realizó de conferencias internacionales. En él participaron entre otros la catedrática de Historia Antigua por la Universidad de Oviedo Rosa María Cid y la doctora en Estudios Clásicos por la Universidad de Cambridge, Annalise Freisenburch.

Este año también se realizaron talleres culturales. Algunos de ellos de forma presencial, como el de elaboración de velas, de coronas romanas, otro sobre cómo convertirse en guerrero y cómo elaborar una cota de malla, el de hierbas medicinales, de relojes de sol y el de la simbología sexual de la antigüedad. La mayoría se realizaron por vía telemática y en ellos se podía aprender sobre orfebrería castreña, cerámica galaica, que lo realizó la asociación Trebas Galaicas, vestimenta y cocina romana y acuñación de monedas entre muchos otros que se hicieron.

Entre los concursos organizados este año estuvo la segunda edición del concurso de relatos sobre la llegada de un clan galaico y el de decoración y adornos de balcones y fachadas. Los premios de este último consistieron en quinientos euros en una tarjeta para consumir en comercios y hostelería de la ciudad, un jamón y una caja de vino. Además, también se realizó el concurso de caracterización del Arde Lucus, en el que para participar solo se tenía que hacer una foto y presentarla por los medios indicados en el periódico El Progreso. Hubo un jurado que fue el encargado de designar las mejores caracterizaciones y los premios fueron uno individual que consistía en quinientos euros en una tarjeta para consumir en el comercio y hostelería de Lugo, un jamón y una caja de vino. El premio al mejor grupo era de mil euros para consumir en el comercio y hostelería local, un jamón, diez lotes de embutidos y una caja de vino. Como colofón se realizó entre todos los concursantes que participaron un sorteo de un bono para dos personas en un balneario que incluía la estancia de una noche, desayuno, un circuito termal y una tarjeta de cien euros para consumir en los comercios y hostelería de la ciudad.

Sobre finales de mayo dio comienzo el ciclo de conferencias que organizó la asociación Cohors III Lucensium. El escritor Gabriel Castelló Alonso, autor de la novela histórica “Octavio Augusto”, fue el encargado de inaugurar este ciclo compuesto de seis charlas con el que se pretendía dar voz a los jóvenes investigadores, que tuvieron la oportunidad de mostrar los estudios que se habían realizado sobre aspectos singulares del pasado histórico de la ciudad de Lugo. A esta charla le siguió la realizada por el arqueólogo Francisco Hervés, que trató sobre Alfonso II de Lugo y la de la arqueóloga María Luz Fernández Sánchez, que habló sobre excavaciones en Lugo. Posteriormente,  tuvo lugar la conferencia de la licenciada en Historia del Arte María del Carmen Sánchez Millao sobre “La Nevera de Montirón”, un elemento único de la arqueología gallega y que es desconocido por la mayoría de la gente. Le siguió la del arqueólogo Roberto Bartolomé Abraira sobre la cerámica en Lucus Augusti y la última fue la de la restauradora Iria López Baltar, que disertó sobre la problemática de conservación de los yacimientos musealizados en la ciudad, ya que ella es la encargada de su mantenimiento desde 2019. Todas las charlas se efectuaron en el salón de actos de la Diputación Provincial a las ocho de la tarde con un aforo máximo de treinta personas.

Este colectivo también preparó una ceremonia de cuenta atrás para el inicio del Arde Lucus, que se realizó el día veintinueve de mayo en las escaleras del Obispado. El acto, al que acudió la alcaldesa Lara Méndez junto con el concejal de Juventud Mauricio Repetto y la concejala de Desarrollo Ana González, tuvo lugar en dos escenarios diferentes. En un inicio fue en la plaza de Santa María, donde las diecinueve asociaciones realizaron una pequeña recreación del Natalicio portando sus estandartes. La alcaldesa, acompañada de las asociaciones debidamente caracterizadas para la ocasión, explicó en un breve discurso que esta edición no iba a poder desenvolverse al completo debido a las limitaciones impuestas a causa de la pandemia. A las palabras de Lara Méndez le siguieron las de Paulo Fabio Máximo, que después fueron reproducidas en varios idiomas con el fin de avanzar en la internacionalización de la fiesta. Desde allí se fueron desfilando por las calles del casco histórico hasta la puerta de San Fernando, dejando instalado un reloj simbólico en el jardín de La Mosqueira, una maqueta hecha con plantas que cada día se irán adaptando para ir anunciando los días que faltaban para el inicio de la celebración así hasta que esta dé comienzo.

En la agenda cultural de este año también hubo un evento donde se conjugó el Patrimonio romano con el vinícola. Se inició con una actividad diferente del sector vinícola con representación de bodegas de especial relevancia en el territorio gallego y con vinculación a las vías romanas. Se realizó en el Atrio de la Catedral y llevó por nombre “Lucus in vino veritas”. Se llevaron a cabo catas de aguardientes y de licores tradicionales gallegos impartidas por Sonia Otero Padín, degustaciones, una exposición de más de veinticinco bodegas de toda la península, un concurso de catas por equipos con Juanjo Treus, charlas y showcooking con la asociación Provincial de Cocineros de Lugo. Finalizó con el concierto musical del grupo Supreme Jazz Dúo.

Por otro lado, la asociación Asamblearias de Lucus Augusti llevaron a cabo unas charlas que fueron en consonancia con el trabajo que realizan, que es dar protagonismo a las mujeres que fueron importantes en la Antigua Roma y que fueron silenciadas por la historia. Aparte de seguir fomentando la investigación en un campo que aun no es muy conocido. Una de las charlas fue la que dio Alicia Padrón sobre “Mujeres en la Roma Clásica”. Ella es doctora en medicina, profesión que desempeña dedicándose a la investigación científica. Simultáneamente ha escrito relatos inspirados por las clásicas Roma y Grecia, de cuyos yacimientos era una experta. Su última novela “Retorno a Roma” fue todo un éxito entre la crítica y el público y se desarrolla durante los cuatro meses anteriores al asesinato de Julio César.

Para promocionar esta edición, el Ayuntamiento de Lugo realizó un anuncio del cual fue protagonista el actor gallego Sergio Pazos, que dio vida al gran emperador Julio César. Él convocó al pueblo romano y al castreño de Lucus Augusti a conquistar el mundo, pero debido a las circunstancias adversas que seguimos viviendo debido a la pandemia, en vez de ser presencial como se hacía habitualmente, se realizó vía streaming por el canal de Youtube del Arde Lucus (@Ardelvcvs) y tuvo lugar el sábado día diecinueve entre las cuatro de la tarde y las seis y media. Esta actividad seguía formando parte de las actividades realizadas como preámbulo al inicio de la fiesta. Asimismo, el Concello repartió gratuitamente estandartes decorativos con el objetivo de que la vecindad adornase sus balcones y ventanas para generar un ambiente de optimismo que recuerden el espíritu de esta fiesta de recreación histórica.

Para reavivar la llama, el grafitero lucense Diego Anido, más bien conocido por Diego As, que se había convertido en campeón Nacional de Grafitis hace apenas unas semanas, realizó para esta XX edición un mural a la altura de las Estantigas. La obra que se finalizó en la primera jornada de la fiesta y  representó a un impresionante Cayo Julio César, militar y político romano, que desde su posición contempla y vigila la Muralla de Lucus Augusti. Es una imagen impresionante que no deja indiferente a nadie a pesar de que As no pudo darle color debido a que las normas que marca Patrimonio Histórico no permiten pintar las fachadas de la Ronda de la Muralla de cualquier color debido a la proximidad con el monumento.

Y la fiesta por fin llegó y se celebró durante los días diecisiete, dieciocho, diecinueve y veinte de junio. En ella se desarrollaron sobre medio centenar de actividades organizadas por las asociaciones que, junto al Concello, hacen posible   que la fiesta siga viva y en constante evolución. Para ello, mezclaron las actividades presenciales con las de formato online. Para inaugurar la fiesta se realizó el acto de encendido del fuego sagrado de Vesta en la plaza Mayor, pero este fue retransmitido a través de las redes sociales. Sobre las nueve de la noche estaba programada la entrada de las legiones por el puente romano y la toma de la ciudad, pero se tuvo que suspender debido a las condiciones climatológicas, pues no paraba de llover. En su lugar hubo un acto simbólico en el que participaron un reducido grupo formado por miembros de las asociaciones la Cohors III Lucensium, la Guardia Pretoriana, Lucus Equites y Pax Romana acompañados de los concejales Mauricio Repetto y Ana González Abelleira. Fue un acto más bien sobrio y, después de tomarse la foto oficial, dieron por iniciada la fiesta de recreación histórica.

Más tarde fue el concierto del grupo musical “Califato ¾” en la explanada del Pabellón Municipal en el que hubo bastante presencia de público. Este grupo del sur de España, que definió su música como folklore futurista, cantó sus temas en los que se entremezclan diferentes estilos que van desde la música tradicional andaluza a la música electrónica o de las sevillanas al hip hop.

Este año, de las diecinueve asociaciones de recreación histórica que hay, un total de dieciséis montaron su campamento. Las otras también interactuaron, pero con actividades por las redes sociales. El colectivo más veterano, la Cohors III Lucensium, formado por unos ochenta hombres, aunque este año solo participaron alrededor de cincuenta, optó por instalar un campamento de campaña que estuvo formado por una tienda médica, cuatro de contubernios y una del centurión entre otras cosas. En él ubicaron también la colección completa de armamento pesado que ya se había expuesto en otras ediciones. No faltó ni la catapulta, ni el ariete. El presidente de este colectivo, Miguel Alvelo, dijo que con este campamento quisieron mostrar cómo había sido la vida cotidiana de los legionarios romanos y los visitantes pudieron ver cómo se forjaban las armas en la fragua, cómo eran las letrinas de aguas mayores o cómo sacaban el agua del pozo con la noria de Cangilones.

Lo que ellos querían conseguir ante todo era darle un toque de normalidad a la fiesta, aunque este año tampoco se podía tener invitados de otras asociaciones de dentro y fuera de España con las que estuviesen hermanados, pero sí que realizaron un foro digital con los representantes de las legiones de Rumania, Moldavia e Italia a las que se unieron la de Punta Umbría (Huelva) y la de Sagunto (Valencia). La Cohors III Lucensium realizó desfiles por las calles céntricas de la ciudad, aunque de forma individual.

El presidente considera que el año que viene se deben aunar fuerzas para recuperar el esplendor de la fiesta y seguir evolucionando. Por eso hizo un llamamiento a las demás asociaciones y a las entidades públicas para que entre todos puedan conseguirlo.

Por otro lado, el presidente de la asociación Trebas Galaicas, José Angel Otero,  comentó que no se podía permitir que la llama del Arde Lucus se apagara. Este colectivo celebró este año su décimo aniversario y montó un campamento de cuatrocientos metros cuadrados, en el que se hicieron visitas guiadas para grupos que no podían exceder de diez personas. Nada más entrar se podía ver una panoplia (vestimenta completa de armadura) y una colección de armas entre la que había escudos y espadas.

En este campamento estuvo expuesta una réplica de la Pedra Formosa hallada en Portugal, que según explicaron tenía en su parte inferior una poterna, una pequeña abertura que permitía el paso de un cuerpo, en posición de decúbito supino y que se creía que servía para separar la zona caliente de la fría y así aprovechar mejor el calor y el vapor que este generaba. Relacionado con este tema se pudo ver la maqueta de una sauna galaica que después con los años fue adoptada por los romanos, tal y como se puede ver en las Termas de Lugo. Las instalaciones de este campamento están custodiadas por la reproducción de un guerrero galaico de unos tres metros de altura muy parecido a los encontrados en Portugal como fue el de Vila Real, Porto  y o Cádavo.

También se pudieron ver reproducciones de petroglifos hallados en diferentes puntos de Galicia, como el del castro de Formigueiros o el de Santa Comba y están hechos en cantería o baldosa. Algo que quiso dejar muy claro el presidente de este colectivo es que antes de la llegada de los romanos se había desarrollado en Galicia la Cultura Castrexa o Cultura Castreña del Noroeste.

Las asociaciones optaron este año por realizar actividades con las que se pudieran dar a conocer aspectos de la cultura romana y castreña. En el parque de Rosalía de Castro se instaló Los Castra, con cinco campamentos de los seis que son habitualmente.

Cívitas Lucensis tuvo una muestra fotográfica y una exposición castreño-romana. El colectivo Clan de Breogán, que tuvo un photocall 3D, también mostró los usos y costumbres galaicos, pallozas, guerreros y vestimenta galaica y secado de pieles. Lugdunum nos enseñó un armerum, decoración castreña, la maqueta de una palloza con enseres y los ritos del horóscopo celta. Terra Copora recreó tiendas romanas y cabañas castreñas y Salesiani Lucus Augusti, la lucha de gladiadores, pérgola con vestimenta, tienda de contubernio y exposición y talleres de elaboración de cota de malla.

Los Mercenarios Galaicos además de exponer el armamento galaico, realizaron diferentes talleres como el de elaboración del pan y el de trabajos en madera y en la fragua. El campamento de Lucus Équites, donde hubo una muestra de animales, se podía ver cómo se realizaban diferentes oficios como el de acuñación de monedas, la escritura en el imperio romano, cestería o el uso del telar. Pax Romana nos mostró como se llevaban a cabo las ofrendas a los dioses y nos enseñó una oficina actuari, con tipografías, documentos, herramientas y materiales de la escritura romana, así como la Ceca o oficina de acuñación de monedas.  Con Caetra Lucensium se pudo aprender a escribir como los romanos en los talleres de escritura que realizaron, así como el de instrumentos médicos y métodos de curación, además de exponer su bomba de agua. La Guardia Pretoriana mostró una maqueta de Lucus Augusti del siglo IV y una exposición de las condecoraciones que recibían los legionarios. Las Asamblearias instaladas en el jardín del Museo Provincial realizaron una exposición de vestimenta patricia y hasta dieciséis charlas y conferencias sobre importantes figuras romanas femeninas. Tir Na N’og interactuó por las redes sociales y explicaron cómo era el proceso de elaboración de la cerámica castreña. Lucus Icenas Miliatore, estuvo con un asentamiento y recepción de la reina Boudica y nos enseñaron el nacimiento de un guerrero, la bendición de Andraste, y además realizaron la grabación del vídeo: “Rebelión de la Reina Guerrera”. Por su parte Ara Roma, en su Templo instalado detrás del Ayuntamiento como siempre, nos hicieron los auspicios de los augures, nos llevaron de boda, nos enseñaron a hacer velas y aceites esenciales, y un sacrificio en honor a las diosas y bendijeron las tropas romanas.  Y el recorrido acabó con la recién llegada asociación Kertix, que expuso una colección de marionetas mitológicas  y de fábula y otra de fauna y vegetación de los murales romanos. También tuvieron talleres de telares y una exposición de cestería galo-romana.

El Civitis Honoris de este año fue entregado durante la jornada del viernes a cuatro colectivos sociales: los trabajadores del sector de la alimentación, los servicios sociales, el transporte y la sanidad, este último a través del 061. El acto simbólico se celebró en el parque de Rosalía de Castro y el encargado de entregar las medallas no fue otro que el mismísimo César acompañado por algunos ediles.

Este día también se inauguró en el mismo parque el Macellum, en el que hubo una treintena de puestos. Este ocupó la esquina del parque donde estaba instalado el templete y los puestos lo rodeaban formando un circuito que les permitió mantener la distancia entre ellos y la de los visitantes poder caminar con holgura. Este año fue más reducido debido a las medidas sanitarias y trasladado de su lugar habitual en la plaza Mayor, aunque sí estuvo bien publicitado y con una buena organización. Con todo, algunos artesanos se quejaron por el hecho de que la gente tuviese que trasladarse expresamente hasta allí para comprar, ya que les restó afluencia, aparte de que el tiempo no acompañó en ningún momento. Algunos incluso estaban preocupados porque no sabían si sacarían para recuperar lo que habían pagado por estar en el Arde Lucus, siempre habían obtenido óptimos resultados durante la fiesta y esperaban que los días siguientes fueran mejor.

Sobre las seis y media de la tarde hubo en la Calella del Hospital una representación teatral que llevó por título “Histriones et Saltatores”, a cargo del grupo de teatro Nostrum Cai, que realizó una segunda función sobre las ocho de la tarde. Ya hacia el final de la jornada fue la actuación de Xabier Díaz y las Adufeiras de Salitre en el Pabellón Municipal en la que las entradas se agotaron.

El sábado, aunque no hizo un calor exagerado, por lo menos no hubo más lluvia. Hacia la tarde incluso salió el sol, lo cual animó a los lucenses y a los visitantes a disfrutar de la fiesta. El ambiente se iba pareciendo más a lo que estábamos habituados, aunque siempre dentro de las limitaciones impuestas debido a la pandemia y con los aforos limitados. Sin embargo, las estampas de los campamentos montados, la gente de Lugo, que en eso es única, volviendo a vestir sus mejores galas de romanos y castreños y la animación que se vio por las calles nos trajeron a la memoria recuerdos de otras ediciones donde Lugo lo daba todo por mantener viva la llama de la fiesta que tanto representa para la ciudad a todos los niveles.

Los pequeños pudieron disfrutar de la representación musical de la obra de teatro “Hércules” y de nuevo se volvieron a celebrar bodas romanas y celtas siempre bajo previa inscripción. Ya sobre las ocho y media de la tarde fue el concierto del grupo Oreka Tx en la explanada del auditorio.

El último día de la fiesta volvió a tener al tiempo como protagonista, pues no dejó de llover, lo que llevo a que la gente a permanecer en sus casas o en espacios cerrados. El ambiente en la calle bajó notablemente, lo que se dejó notar especialmente para los puestos del Macellum y para los locales de hostelería. A pesar de eso, se realizaron desfiles de las legiones en grupos pequeños que no se anunciaron para evitar aglomeraciones y se mantuvieron las bodas celtas y romanas y las actuaciones teatrales, aunque siempre acompañados por el paraguas.

La celebración llegó a su fin con el apagado del fuego sagrado de Vesta. El acto fue trasladado a la carpa instalada en la Calella del Hospital y también se realizó un Armilustrium (el Armilustrium es un festival de purificación y lustración de armas, que se celebraba en el monte Aventino, al sur de Roma donde se hallaba el vicus armilustri) como acto final de recogida de armas.

Este año se pudo decir que fue un año de transición para la fiesta, ya que no se celebraron actos multitudinarios como pudo ser el desfile de las asociaciones o las representaciones del circo romano. Lo que se pretendió en todo momento es que la gente no se aglutinara en un mismo sitio. El Concello quiso poner el punto de atención en los campamentos de los colectivos, donde el aforo estuvo permanentemente controlado. Lo que prevaleció en este Arde Lucus fue, en todo momento, la seguridad ciudadana. Asimismo, fue una celebración en la quedó patente la responsabilidad mostrada por la ciudadanía, así como el compromiso de las asociaciones con la fiesta. En el pensamiento de todos esta el deseo de que el año que viene se pueda realizar una celebración por todo lo alto, viva, dinámica y con el espíritu que se merece esta fiesta de recreación histórica.

El concejal Mauricio Repetto manifestó que se sigue trabajando para que el año que viene sea nombrada Fiesta de Interés Turístico Internacional. La intención era entregar toda la documentación requerida este año y cumplir los tramites requeridos entre ellos el tener en varios idiomas los folletos y las redes sociales, además se deben tener publicaciones en la prensa sobre la fiesta y también que fuera mencionada en los medios de comunicación internacionales. De hecho, este año se llegó a cerca de quinientas mil personas a través de las redes sociales a países tan dispares como fueron Portugal, Italia, Reino Unido, Argentina, Bolivia, Estados Unidos y por supuesto España. Y a pesar de que la fiesta estuvo en su mayor parte acompañada por la lluvia y las bajas temperaturas, se puede decir que fue un éxito la vigésima edición del Arde Lucus.

Despedimos esta edición, que junto a la del año pasado han sido un breve impasse del continuo crecimiento del Arde Lucus, con una frase de Publio Ovidio:

“Ut desint vires, tamen est laudanda voluntas” (Aunque nos falten las fuerzas, debe alabarse la voluntad).