ARDE LUCUS 2018

Como se puede ver, cada año la fiesta se dilata más y eso mismo ocurrió con el Arde Lucus CulturaL, ya que su extensa lista de actividades programadas provoca que tenga que empezar antes de la fecha de inicio de las fiestas.  

Este año se celebró por primera vez el Encuentro de Banda Diseñada Histórica de Galicia y se inició a mediados del mes de abril con la conferencia de Manel Cráneo sobre el proceso técnico creativo de la banda diseñada histórica. A esta hubo que añadirle dos conferencias más, una de José Barreiro “Pío”, fundador de Komic, la primera librería dedicada a BD, sobre la visión de Roma en la banda diseñada. De la otra conferencia se encargó Pepe Carrreiro, el creador de los Bolechus, y trató sobre el mundo de los Barbanzóns y la cultura castreña en la banda diseñada. También se realizaron dos talleres, uno para niñas y niños y otro para adultos en el Museo Interactivo de la Historia de Lugo, los cuales se llevaron a cabo por el ilustrador lucense Miguel Fernández y Víctor Boullón. En este taller les enseñaron a dibujar romanos y castreños desde la óptica del cómic, un género que cada día tiene más adeptos. Aquí participaron algunos de los principales especialistas gallegos en banda diseñada con la intención de enseñar al público lo relevancia que tiene la ilustración a la hora de mostrar la historia antigua. En total asistieron seis ilustradores: Víctor Boullón, Miguel Fernández, Tokio, Tomás Guerrero, Pepe Sendero y Manel Cráneo, que fue el coordinador artístico del evento.

Una vez iniciado Arde Lucus, se encargaron de buscar los emplazamientos más significativos de la fiesta para representarlos en viñetas en las que se plasmaba el ambiente que se vivía en esos momentos en el antiguo Lucus Augusti. Para ello tomaron como referencia las representaciones historiadas llevadas a cabo por asociaciones y grupos que participaban en la fiesta. Para Manel Cráneo la experiencia resultó muy positiva, ya que tanto el ambiente como el vestuario de la gente estaban muy trabajados y las caracterizaciones eran muy realistas. A ellos también les sorprendió mucho cómo se involucraba la gente de Lugo en la fiesta, la cantidad de actividades que se hacían en el evento y el ambiente tan fantástico que se respiraba en la ciudad. Era todo un lujo poder dibujar y diseñar en este contexto. El proyecto que querían realizar era juntar todos los bocetos que habían hecho, que fueron muchos, y hacer un guion con una serie de viñetas que podían llevar texto corto o nada y que les permitiese narrar una historia. El resultado del primer encuentro de banda diseñada se subió a Facebook y a Twitter.

En este mes la asociación de la Cohors III Lucensium inició su viaje a Rumanía, ya que fueron invitados por los organizadores del evento a participar en el Festival de recreación Roman Apulum, que es el más grande del país. El objetivo era acercar al público la realidad de la vida de hace dos mil años, en la época de Decébalo y Trajano. Fueron veinte los miembros que se desplazaron a la ciudad rumana de Alba Iulia para participar en el festival anteriormente citado, aunque el objetivo principal de la visita era dar a conocer la fiesta Arde Lucus. Esta fue la primera vez que una asociación española acudía al evento en Rumanía.

El Festival rumano se había convertido en un referente de recreación histórica en el este de Europa, a pesar de que tenía una trayectoria más bien corta, pues ese año era su sexta edición. En este festival intervinieron numerosas asociaciones tanto de la ciudad como de otras partes de Rumanía. Asimismo, estuvieron presentes asociaciones de otros países europeos como: Italia, Alemania, República Checa, Ucrania, Bulgaria y España. La asociación lucense participó en el festival realizando una recreación de movimientos y formaciones militares de las legiones romanas tomando como base el adiestramiento militar que realizaban las unidades más pequeñas y que ya habían puesto en práctica en el último Arde Lucus. Ellos también estuvieron presentes en las batallas entre los romanos y los dacios. Para la edil de Cultura, Carmen Basadre, esta era una oportunidad única, ya que la Cohors III Lucensium tenía la oportunidad de dar a conocer la ciudad de Lugo y su fiesta en el exterior a la par que se trabajaba para conseguir el título de Fiesta de Interés Internacional.

Ya en el mes de mayo se realizó un minicurso de Olería en el centro arqueológico de San Roque, cuya temática consistía en hacer cerámica como los romanos. Esta actividad la impartió la alfarera de Bonxe Pepa Lombao y al curso asistieron varios niños acompañados por sus padres. En él aprendieron algunas técnicas para hacer vasijas muy similares a las que se exponían en el centro numismático hechas con barro de Buño. El trabajo ya finalizado se podía llevar para casa.

También en esos días se realizó la representación teatral “Antígona vive”. El grupo que la escenificó realizó, en primer lugar, una performance en el atrio de la catedral. Una vez finalizado, tanto el público como los actores se encaminaron por el adarve de la muralla hacia la Mosqueira. Estos se fueron deteniendo en cada uno de los cubos del monumento y allí realizaban la representación al mismo tiempo que dos miembros dirigían la participación del grupo.

En el mes de junio comenzó el ciclo de conferencias en la que cuatro especialistas abordaron temas tan específicos como el que impartió el doctor en Geografía e Historia de la Universidad de León Carlos Fernández Rodríguez, que habló sobre ganadería, caza y animales de compañía en la Galicia romana. La segunda conferencia estuvo a cargo del arqueólogo Xurxo Ayán, que habló de “Las memorias de un esqueleto”, etnoarqueología en el camposanto medieval del castro de San Lourezao en Cereixa, que estaba situado en la Puebla de Brollón. De la tercera se encargó Rafael María Rodríguez, que habló sobre el yacimiento de la Lanzada y se remató el ciclo de la mano de la arqueóloga del municipio Covadonga Carreño con una ponencia sobre la primera plaza pública de la ciudad de Lugo: el Foro Romano.

También en estas fechas se pudo ver el documental que dio a conocer la fiesta Arde Lucus en España y fuera de ella. Esto es, por supuesto, un trabajo realizado por el director lucense Brais Revalderia, que había conseguido una treintena de premios en países tan dispares como China, Australia, Estados Unidos, Colombia o la India. Él había conseguido poner el nombre de Lugo y de su fiesta en alguno de los círculos más importantes de la industria audiovisual a nivel internacional. El documental fue grabado durante la fiesta Arde Lucus del 2012 junto al taiwanés Ota Tlsieh y Andrés Lemonk. El reconocimiento al trabajo de Brais se convirtió en una de las mejores herramientas de difusión para dar a conocer la ciudad y Arde Lucus. Este documento se pudo ver en Internet de forma gratuita.

Tres profesores del colegio Galén, Roberto, Sonia y Marcos crearon una ruta romana de Lugo a través de la aplicación Actionbound. En ella diseñaron el recorrido por algunos de los puntos más significativos del pasado romano e incluyeron fotos, textos, vídeos y preguntas para que los alumnos pudiesen ir conociendo rincones singulares del centro histórico. Los estudiantes descargaron la aplicación en los móviles y esta les iba guiando y dando las indicaciones de la ruta y de las actividades que debían realizar en cada punto. De lo que se trataba es de que interactuasen con la aplicación, contestando preguntas o haciendo vídeos para representar el lugar que habían visto. Los profesores comentaron que la aplicación tenía la intención de que los alumnos fuesen autónomos durante la ruta, sin el control del profesorado. Además, el diseño de la ruta quedó con acceso abierto para que todo el mundo pudiera utilizarlo, ya fuera como herramienta educativa o como referencia turística para quien quisiera conocer la ciudad. A esta iniciativa hay a que añadirle la que realizaron los alumnos de primero de la ESO del colegio María Auxiliadora, ya que diseñaron una audioguía a base de códigos QR de casi medio centenar de lugares emblemáticos de la ciudad, una magnífica propuesta educativa y turística. Esta iniciativa partió de la profesora Begoña Rodríguez y el resultado de este proyecto se presentó ante Lara Méndez, alcaldesa de Lugo, Carmen Gueimunde, la jefa territorial de Educación y Luis Latorre, el presidente de Lugo Monumental.

Este año el Concello de Lugo creó “espacios de información segura” con el lema: “No es No”. Esto fue debido a los recientes casos de acoso sexual y violencia de género en fiestas multitudinarias. Para ello, la Concejala de Bienestar Social, Igualdad e Inclusión Ana Abelleira, junto a la diputada de Promoción Económica y Social Sonsoles López crearon la iniciativa, que consistió en crear una red de refugios para las posibles personas agredidas. En esta red colaboraron ciento veinticinco locales de la ciudad que se comprometieron a acoger a la víctima que avisase de haber sufrido alguna agresión y, en ese caso, permitirle hacer las llamadas pertinentes (a emergencias, Policía Local o Nacional o al 016). A esta red también se sumaron colectivos sociales, así como distintas instituciones municipales y provinciales (la Casa de la Mujer, el Concello, el centro Uxío Novoneyra, el MHIL y las salas arqueológicas). Todos estos lugares estuvieron identificados con la imagen de una mano violeta y el lema: “No es no”.

La asociación de la Cohors III Lucensium emitió su moneda, una reproducción de un follis de bronce de entre los años 307 a 327 d.C. Fue realizada en honor a Constantino I el Grande, que fue el primer emperador cristiano y reunificó el imperio tras las luchas de los diferentes poderes, llevando su capital a Constantinopla. Él fue el que terminó de construir la muralla de Lucus Augusti en el año 310 d. C. y encargó que se publicara un edicto en el que se prohibía perseguir a los cristianos. En el anverso de la moneda aparecía el busto del emperador a derecha coronado, con manto, coraza y la leyenda, CONSTATINUS MAX AVG; y en el reverso dos soldados afrontados con lanza y escudo a los lados de una enseña legionaria con el crismón y la leyenda GLORIA EXERCITUS. De esta moneda se acuñaron 5000 piezas que se pusieron a la venta a dos euros.

A vísperas de iniciarse la fiesta, el Museo Universitario A Domus de Mitreo, llevó a cabo una jornada de puertas abiertas en la que se pudo visitar el yacimiento mitraico y la sala expositiva complementaria que acababa de ser inaugurada hacía unos meses. El programa fue diseñado unos meses antes por la Universidad de Santiago de Compostela y las visitas podían ser por la mañana y por la tarde. Por la noche, el área de cultura de la USC, en el Campus Terra de Lugo, ofreció dos nuevos pases a los que denominaron “Noche en la Domus”, fueron visitas guiadas por el arqueólogo Celso Rodríguez Cao y el acompañamiento musical de Germán Díaz.

Este año Arde Lucus se celebró los días 15, 16 y 17 de junio. La fiesta se inició con la entrada de las tropas romanas al mando de Cayo Antistio Veto, legado de Octavio Augusto en la Tarraconense, a través del puente romano por el que se accede a la ciudad. Llegaron en son de paz, querían pacificar el territorio y evitar derramamientos de sangre innecesarios. Fueron recibidos por los jefes de las tribus castreñas, los cuales negociaron en nombre del pueblo las condiciones para poder entrar en la ciudad y también recordaron al general romano que no solo querían la paz en sus palabras sino en sus hechos. Cayo Antistio les ofreció ayuda para cultivar sus tierras, infraestructuras y medicamentos, pero los clanes contestaron que lo único que necesitaban era que respetaran su forma de vivir, sus costumbres y tradiciones. El pacto de no agresión fue firmado en la explanada del balneario, el cual aún conserva las termas romanas originales. Este fue, como ya viene siendo habitual, uno de los actos más vistosos y emotivos de la fiesta.

Mientras, en el Macellum ya se empezaba a ver movimiento y los puestos recobraban vida exhibiendo sus mejores mercancías. Los había exóticos como el de brazaletes y pendientes realizados con una hierba brasileña que imitaba al oro o en el que te hacían un tatuaje que duraba entre tres y cinco días, el cual te aplicaban con un sello que antes mojaban en un liquido negro. Hubo un puesto que traía bálsamos y jabones elaborados a base de plantas, como el que estaba hecho del nogal que iba muy bien para la psoriasis o el de romero, que estaba indicado para la artrosis. Entre los puestos que resultaron más interesantes estuvieron el que exponía lienzos realizados por artistas de Mozambique con la técnica de Batik, otro en el que se fundían monedas de plata con una técnica de influencia suahelí, realizado por artesanos de la isla de Ibo y tampoco faltó en el que hicieron cestas de mimbre decoradas con servilletas con la técnica de transferencia y decoupage. También vendieron relojes realizados con la misma técnica.

Una de las novedades de este año fue el cambio de ubicación de los Castra Lucus Augusti para el parque de Rosalía de Castro, donde se instalaron las asociaciones Civitas Lucensium, Clan de Breogán, Lugdunum, Terra Copora, Tir Na N’og y Salesiani Luci Augusti. Allí se realizaron varios talleres como el que enseñaba cómo se hacía una lórica. El colectivo Lugdunum, que llevaba doce años participando en la fiesta y diez como asociación, celebró este año su décimo aniversario y para ello prepararon un reportaje fotográfico con su historia. Realizaron un taller sobre las enseñanzas del druida y enseñaban a los interesados a hacer una runa, una especie de oráculo o una tirada del tarot.

Como bien se dice: “Para comer, Lugo”. En este caso sería: “Para comer, Lucus Augusti”. Los doce restaurantes ofrecieron diferentes menús inspirados en los conocimientos que tenían de la cocina romana. Entre los ingredientes principales estaban el pollo y la merluza de Burela, aunque otros optaron por el entrecot o la carne de caza e iban acompañados con diferentes salsas como la de frutos secos o de frutas, ya que los romanos las usaban para darle más sabor a los alimentos.

El garum era considerado un lujo. Se usaba como condimento para dar más sabor a las comidas o como salsa y fueron los romanos los que le dieron fama. Era una salsa que se elaboraba mezclando partes del pescado con una salmuera concentrada y diversas hierbas.  Esta mezcla se ponía normalmente en un recipiente de madera sobre el que se situaba un peso y se dejaba fermentar al sol durante meses. Los postres se realizaron en base a los de aquella época, con productos como la miel, el queso y los pistachos.

Gran parte de los conocimientos que tenemos sobre la gastronomía romana fueron gracias al tratado “De re coquinaria” atribuido a Marco Gavio Apicio, un hombre rico obsesionado con el arte y el placer de la cocina. Su estrambótico modo de vida, según nos cuentan los mayores historiadores romanos, le llevó a que su fortuna se redujese considerablemente y, al enterarse de ello, se suicidó. Dato muy curioso, a su muerte le quedaban todavía diez millones de sestercios, que en pesetas serían cien millones y, ahora, unos seiscientos mil euros.

El espacio de danza de la USC también se sumó al Arde Lucus con varias intervenciones coreográficas en la noche del viernes. El espectáculo llevó por nombre “La fundación de la ciudad de Lucus Augusti” y actuaron varias formaciones artísticas dirigidas por Juan Carlos Zahera, que viajaron por la historia de Lugo a través de la danza. Esta representación puso en valor el trabajo realizado por los alumnos del curso de danza oriental y fue una novedad en esta edición.

El programa del sábado vino cargado de un sinfín de actividades y espectáculos entre los que estuvo el desfile alrededor de la muralla, un acto especialmente significativo en el que ambos bandos, las tropas romanas y las tribus castreñas, desfilaron al unísono. Este año fueron cuarenta y cuatro asociaciones de recreación histórica las que desfilaron, de las cuales diecisiete eran de Lugo y veintisiete procedían de otras ciudades de España y de países como Portugal, Francia, Rumanía e Italia.

Llegada la noche en el Pabellón Municipal de Deportes se realizó un espectáculo sorpresa, que fue otra de las novedades de este año. Se llamó “Divinium” y fue una lucha de guerreros realizada por Legend Especialistas. Ya de madrugada tuvo lugar la actuación del grupo de música celta de origen bretón Gwendal.

El último día de la fiesta se realizó el desfile de los colegios en el que padres, alumnos y profesores, unas tres mil personas en total, desfilaron ante miles de personas por las calles de la ciudad. Este año participaron veintiún colegios debidamente uniformados de castreños y romanos con mucho colorido y vistosidad. Se podía decir que había nacido la cantera del Arde Lucus.

El acto final en el que se representa la batalla entre romanos y castreños fue suprimida para que ningún participante resultase herido como había sucedido el año anterior, ya que una persona había resultado herida al realizar la recreación histórica del enfrentamiento entre ambos bandos. La supresión de esta parte le restó vistosidad al acto, aunque favoreció el protagonismo de los niños con momentos muy emotivos.

El encargado de narrar la historia fue el actor Ánxo Lamela, que explicó que los dioses habían decidido combatir la belicosidad de los romanos y de los castreños arrebatándoles su futuro, a sus hijos. Una ninfa se los llevó y los escondió en el bosque mientras no parasen de luchar. Los ejércitos rivales decidieron, mediante la mediación de las mujeres, entregar sus estandartes de guerra en ofrenda a los dioses para así poder recuperar a sus hijos. La ninfa, tras ver que se había cumplido lo que pedía, rompió el hechizo y los niños regresaron a sus casas.

Las tropas romanas junto con su César a la cabeza emprendieron camino y las tribus castreñas se retiraron a sus territorios. De nuevo se había conseguido la paz por un año más y se empezó a planear el Arde Lucus que viene, preparando el camino para ser Fiesta de Interés Turístico Internacional.

Y hablando de esta ultima referencia, se debe decir que en esta edición estuvo invitada por la organización del Arde Lucus la presidenta de la Confederación Europea de Fiestas Históricas. Raquel Esteban dijo que para que la fiesta alcanzase la categoría de internacional se tenía que presentar un dossier detallado donde se reflejase el impacto mediático que tenía la fiesta en Europa y el mundo. Todo tenía que estar documentado con noticias y grabaciones sobre la celebración. El Arde Lucus le pareció una fiesta muy interesante porque tenía todos los elementos que hacen que tenga calidad y futuro, como una gran participación social y una estructura en grupos, asociaciones y campamentos con personalidad. Algo que se debería afinar es la narrativa, el relato de lo que se hace para darle más valor. Sin embargo, le pareció genial que en Lugo no se hablase de disfrazarse, sino de caracterizarse. Ella creía que la organización era buena, la fiesta era equilibrada y que había un patrimonio importante. El carácter de esta era esencialmente militar, con muchos desfiles y muy masculina. Esta fiesta era un modelo a seguir para muchas fiestas de España y no se debía olvidar el plazo de cinco años en el cual era importante recabar noticias internacionales en las que se hablase de la fiesta Arde Lucus.

El balance de la fiesta fue muy positivo y se cumplieron los objetivos. Además, este año la fiesta Arde Lucus recibió el premio “Del viajar 2018” convocado por la página gastronómica La Alacena Roja con motivo del quinto aniversario de su creación. La edil de Cultura, Turismo, Juventud y Promoción de la lengua fue la encargada de recoger esta distinción en un acto organizado en la Quinta da Auga de Santiago de Compostela. Aparte de todo esto el campamento de los Castra mostró su satisfacción por el cambio de ubicación. Las ventajas eran muy claras, ya que tenían más espacio, principalmente a la hora de los montajes, y se podían mover más cómodamente entre campamentos.

Por el contrario, los restaurantes que estuvieron instalados en la plaza de Bretaña manifestaron no estar contentos con la nueva ubicación. No había resultado bien, más bien lo contrario y, aunque no culpan al Concello, esperan que para el año que viene les ubicasen en el circuito festivo.

Cerramos y decimos adiós a esta edición y damos la bienvenida a una nueva fiesta Arde Lucus 2019.

Hoy nos despedimos con una frase de Virgilio: “Labor Omnia vincit improbus”, es decir, el trabajo constante vence todas las dificultades.