ARDE LUCUS 2015

Un nuevo Arde Lucus, una nueva edición y Lugo vuelve otra vez la vista atrás para celebrar la fundación de la ciudad. Como ya es habitual, el Lucus Cultural dio comienzo unos meses antes y este año hubo una novedad, ya que en vez de las conferencias que se realizaban otros años, hubo un ciclo de cine arqueológico. Este fue programado en colaboración con el Festival Internacional de Cine Arqueológico del Bidasoa, el cual tiene por objetivo dar a conocer la arqueología a la sociedad mediante la difusión de obras audiovisuales que recogen los resultados de las investigaciones de los arqueólogos. El ciclo constó de ocho de los mejores documentales de la historia antigua que habían pasado por el festival antes mencionado y, de los cuales, cuatro fueron de temática celta y las otras cuatro del mundo romano. Las proyecciones, que se pudieron ver de forma gratuita en las instalaciones del Museo Interactivo de la Historia de Lugo, fueron las siguientes: “Cuando los gallos perdieron la cabeza”, “Tras la huella de los celtas”, “Los festines de Luern: una investigación arqueológica sobre los festines galos”, “El legado celta”, “Arles-Rhône 3: del río al museo”, “El Imperio Romano: legionarios de Roma”, “El perfume recuperado” y “Herculano”.

Durante el mes de mayo se celebró el Alientum (cocinar como romanos), que fue un proyecto en el que los especialistas Juana María Huélamo y José María Solís impartieron varios talleres sobre cómo era la alimentación romana y cómo se elaboraba. Esta actividad se realizó asociada a una exposición de Thermopolium (tienda de cocina y lugar donde se podía adquirir comida caliente lista para llevar), que había organizado el colectivo Caetra Lucensium en el mercado de Quiroga Ballesteros.

Otra actividad que se realizó por primera vez este año fueron las noches de teatro en los museos durante los meses de mayo y junio. Las compañías que actuaron fueron: Achádego, Hipócrita Teatro, Nueva Escena y Nostrum Cai Teatro. Las representaciones se hicieron en el Museo de San Roque y en el de Porta Miñá. La obra de teatro “Frente Popular de Xudea”, de la compañía Nostrum Cai, fue de las más aplaudidas por el público. En ella se pusieron en escena varios pasajes del famoso largometraje “La vida de Brian” del grupo de comedia inglés Monty Python. Los actores representaron el filme en lugares pequeños y con público reducido. Uno de ellos fue el Campo Castillo, lo cual no dejó de sorprender a todos los viandantes que se encontraban con este espectáculo en mitad de la calle y que, además, les traía a la memoria una película que no había dejado indiferente a nadie. A estos actores había que añadir algunas personas del público que se caracterizaron de aquella época y que incluso se atrevieron a representar algunas escenas cómicas de la película para sorpresa de los espectadores allí congregados.

Otra primicia de este año fue el concurso de escaparatismo, en el que los locales que participaron tenían que decorar sus escaparates con temática del Arde Lucus. Todos los que se apuntaron a esta iniciativa (veintiocho en total) recibieron unos distintivos que los identificaron como “escaparate de concurso” y también figuraron en la página web de la fiesta. Una de las condiciones que tenían era que los escaparates debían mantener la decoración como mínimo desde el día ocho al veintiuno de junio. El jurado del concurso estuvo formado por especialistas en la materia y los premios que se concedieron fueron tres: el primero fue para Cuqui Bakes, un establecimiento de repostería creativa que expuso un mosaico romano en el escaparate y, por ello, recibió seiscientos euros, una máscara de teatro romana y el nombramiento de Civis Honoris de la ciudad; el segundo premio fue para Veritas Veritatis, que recibió trescientos treinta euros y el tercero fue para Perfect Day, que recibió doscientos euros. Los premios también incluyeron la promoción publicitaria de los establecimientos. Además, se realizaron talleres gratuitos de escaparatismo destinados a todos los comerciantes y hosteleros que quisieran ir.

Entre los establecimientos que decoraron sus escaparates hubo uno que destacó especialmente por su originalidad, que fue el de Luis Areñas. En él se pudieron ver dos columnas verticales de un palacio romano y un maniquí de la época, al mismo tiempo que se proyectaba un vídeo sobre la construcción y destrucción del edificio anteriormente mencionado. El audiovisual, que duraba sobre cinco minutos, se emitía de forma ininterrumpida desde las nueve y media de la noche hasta las cinco y media de la mañana y surgió de una propuesta que realizó el diseñador gráfico Jesús Fraga. Este fue el primer escaparate interactivo audiovisual que se colocó en la ciudad de Lugo.

Otro escaparate que sorprendió fue el de la Confitería Madarro, gracias a los increíbles dulces que se expusieron y que estaban inspirados en la cocina romana. Se podía elegir entre la tarta Lucus, que llevaba miel, almendras, avellanas y castañas o la tarta Romana, que llevaba todo lo anterior y se le añadía huevo. Si las tartas eran demasiado grandes, también se tuvo la opción de comprar los pasteles “Fructus romae”, hechos a base de frutos secos, huevos y frutas confitadas.

Este año también hubo premios para las mejores caracterizaciones del Arde Lucus, tanto de romanos como de castreños, que participaron en el concurso organizado por el Progreso junto al Concello, la Diputación y la empresa Torre de Núñez. Pudieron participar todas las personas que se acercaron al stand que estaba habilitado en la calle de la Reina para tal fin. Los participantes tuvieron que facilitar sus datos y hacerse una foto, que fue publicada en una galería de la página web www.elprogreso.es. Para elegir a los ganadores se estableció un sistema de votación directa en la propia página. Hubo tres categorías de premios: el individual, que consistió en una semana de estancia en un hotel de Lugo en régimen de alojamiento y desayuno, así como comidas y cenas en diferentes restaurantes de la ciudad; el premio para los grupos, que consistió en la estancia de una noche en un hotel de la ciudad, durante un fin de semana y para un total de diez personas. Por último, estaba el premio especial Ribeira Sacra, que se eligió mediante un sorteo entre todas las personas que apoyaron con su firma la candidatura de Ribera Sacra como Patrimonio de la Humanidad. El premio para el ganador fue una visita para diez personas a una bodega, en la que se incluía la comida y una visita guiada. Aparte, todos los premiados fueron obsequiados con un lote de productos de la empresa Torre de Núñez y con otro de la bodega Vía Romana.

Como se puede ver, Arde Lucus amplía su círculo cada año y en este 2015 se fue hasta la biblioteca del campus, donde se realizó una exposición. La Universidad de Santiago de Compostela quiso sumarse a la fiesta con la muestra “Roma, mirando al Imperio”, que fue presentada por la directora de la biblioteca Intercentros, Julia Cantalapiedra. Aprovechando la coyuntura, Dolores Dopico Caínzo, la profesora del departamento de Historia Antigua de la Universidad de Santiago, dio una conferencia. Ella suele implicarse en actividades que tengan que ver con la historia de la ciudad, como por ejemplo, coordinar un foro sobre las ciudades del poder de Hispania, y entre ellas, Lucus Augusti. La exposición, que estuvo conformada por unos cincuenta tomos, pudo verse en el vestíbulo del edificio hasta el día veintiocho de junio. La otra exposición, en el Museo Provincial donde se expuso una muestra de los trabajos realizados por la asociación Salesiani Luci Augusti, fue creada en torno al colegio Divina Pastora ya hace algunos años.

A estas dos exposiciones hay que adjuntar la que se encontraba en el colegio Luis Pimentel. Los padres y las madres de los alumnos que son miembros del colectivo Minium Patrimonio realizaron una muestra, que se pudo visitar por el colectivo escolar en la biblioteca del centro. En la exposición se pudieron ver piezas originales y otras que eran reproducciones como: herramientas, joyas, alfarería, monedas, dos molinos manuales y de piedra, armas y vestimenta tanto romanas como castreñas. También se pudo ver en esta exposición el proceso que seguían los romanos para hacer una calzada y una maqueta de un horno romano. El colectivo Minium Patrimonio fue el que confeccionó gran parte de las piezas, incluida la maqueta.

Unos días antes, como preludio de la fiesta, la compañía Cóncavo y miembros de la Universidad de Lugo presentaron en la Casa del Saber la obra de teatro “Romano”. Este fue un drama en el que se viajó en el tiempo a la época del Imperio Romano para presentar a un senador que decide regresar a su ciudad natal tras una vida como político en la capital. El texto de la obra fue esencialmente narrativo y su estructura no se hizo ni larga, ni pesada y se conjugaron tanto intrigas, como traiciones, amores y castigos injustos, lo que era un reflejo de como vivía la sociedad de aquella época. La obra fue escrita, dirigida e interpretada por Lino Braxe y en ella se conjugaba la poesía, el tetro clásico y la música en directo. La entrada a este evento también fue gratuita.

La Cohors III Lucensium dio a conocer la moneda oficial del Arde Lucus, que este año fue un denario romano datado del año 264 a.C. realizado en bronce. En el anverso se podía ver la cabeza de la diosa Minerva, que en la mitología representaba la sabiduría, las artes y las técnicas de guerra, además de ser la protectora de Roma. Minerva llevaba un casco corintio decorado con greca y, delante, la leyenda ROMANO. En el reverso se podía apreciar un águila a izquierda sobre un rayo, delante una espada corta y abajo un jabalí, este último es el símbolo de la asociación Cohors. La moneda era un homenaje a la mujer y a su labor en el mundo romano y actual. Se pusieron a la venta siete mil piezas que se pudieron adquirir por dos euros. Como curiosidad hay que decir que el original de esta moneda tiene un valor de cuatro mil euros. También se pusieron a la venta la pulsera y el colgante Arde Lucus, este último fue una novedad este año y llevaba incorporada la moneda oficial. El precio del colgante era de cinco euros y se hicieron cinco mil piezas que se agotaron rápidamente.

Por fin dio comienzo esta edición, que se celebró durante los días 19, 20 y 21 de junio. En este año debutó como alcaldesa Lara Méndez, que iba impecablemente vestida de romana y asistió a la inauguración del Macellum acompañada por algunos senadores, soldados de las legiones y miembros de las tribus castreñas. También le acompañaron en este recorrido alguno de los miembros de la recién estrenada corporación, Ana Prieto y Miguel Fernández, a los que también se unieron algunos ya más duchos en el cargo, Carmen Basadre y Ana González Abelleira.

En el mercado hubo cerca de sesenta y cinco puestos en donde se pudieron ver productos de todo tipo, pero en especial llamó mucho la atención el puesto de pastelería creativa “Cuqui Bakes”, que era llevado por dos artesanas que elaboraron las “cucadas romanas” para estas fiestas. Estas eran unas galletas hechas de mantequilla, fresa, plátano, manzana, mora y albaricoque y se podían adquirir en bolsitas o individualmente, si se querían probar todas. Asimismo, tuvieron galletas con motivos representativos del Arde Lucus, unas con forma de espada y otras con el águila de la plaza de Santo Domingo. Por otro lado, los menos golosos pudieron elegir entre raciones de empanadum o de pizzum. Hubo quienes se llevaron el jamón para casa y otros que decidieron probar alguna de las variedades de queso que se ofertaban. Tampoco faltaron las joyas, los adornos, la orfebrería, los licores, las hierbas medicinales, los jabones y las velas aromáticas y todo tipo de productos naturales y artesanos.

Otro puesto que no pasó inadvertido fue el del colegio de Enfermería y la asociación gallega de Matronas, donde enseñaron cómo daban a luz las mujeres romanas. Ellas explicaron que su principal instrumento era la silla de parir, con respaldo, brazos y un asiento con un entrante en forma de media luna, por donde pasaba el niño. La comadrona (commater) era asistida en el parto por tres personas que solían ser esclavos que la sujetaban y ayudaban a empujar. Se paría de pie y, para que se pudieran relajar o aliviar el dolor, se utilizaban hierbas aromáticas que, en algunas ocasiones, provocaban otros efectos. El romero, por ejemplo, se tomaba en infusión o en baños de asiento, es como la oxitocina que se toma en la actualidad y provocaba que el parto se acelerara. Esta misma función se ejercía mediante el uso de artemisa y perejil, aunque este último también era usado para provocar abortos. El aceite de oliva se empleaba para intentar evitar los desgarros. Todas estas cosas las contaba la obstetrix del puesto (matrona) que, por segundo año consecutivo, acudía al evento. Ellas quisieron aportar su conocimiento sobre la civilización de la antigua Roma y formar parte también del Arde Lucus.

En el Macellum había una zona donde los niños podían jugar. Este año fueron juegos elaborados con cartón reciclado, entre los que te podías encontrar: el juego de adivinar texturas, las espadas para pintar, el juego de los bolos, el aro, los caballos imaginarios que servían para realizar carreras, el diseño, en este caso de estandartes con símbolos celtas o romanos, juegos de memoria y otro con el que podías hacer un mosaico con pedacitos de cartón. Los ganadores de los juegos se llevaron a sus casas una medalla hecha de barro conmemorativa del Arde Lucus.

No muy lejos de donde jugaban los niños estaba el puesto en el que se vendía un juego de mesa ideado por el informático Gonzalo Abuín y que trabajaba para la empresa Soluciones2x1000. El juego es una mezcla entre la Oca y el Trivial Pursuit, y trata sobre el Arde Lucus. Se pudo adquirir al precio de 29,90 euros.   

Pero el acto más simbólico de esta jornada se realizó en el puente romano con la entrada de las legiones romanas al mando del general Caio Antistio “El Viejo”, que había sido enviado por Roma. Desde allí accedieron al centro de la ciudad para ser recibidos por el fundador de Lucus Augusti, Paulo Fabio Máximo. Acto seguido se leyó el pregón y fueron nombrados los Civis Honoris de ese año.

Ya llegada la noche hubo un espectáculo que se estrenaba en esta edición y que se realizó en la explanada del pabellón municipal. Se llamaba Xera y fue un festival piromusical con malabaristas cuyo coste fue de dos euros. También es imprescindible no olvidarse del concierto que dio Abraham Cupeiro en la plaza de Santa María, en el que tenía previsto tocar el carnyx celta. Esto era una réplica en latón de un instrumento de la edad del Hierro que guarda cierta similitud con una trompeta y que posteriormente fue utilizado por los romanos como trompeta en caballería militar.

En la jornada del sábado no faltaron ninguna de las actividades que son habituales en el Arde Lucus y dentro de ellas estuvo el espectacular desfile alrededor de la muralla. En este participaron treinta y dos asociaciones, unas mil personas que iban ataviadas con sus ropas de época e iniciaron el desfile desde A Mosqueira.

Otro de los espectáculos que fue novedad este año fue “Keltia, el musical”, que hizo un repaso por la evolución del noroeste peninsular. Actuaron unas sesenta personas entre actores, músicos y miembros de la asociación Guardia Pretoriana. El estreno se realizó en el auditorio Gustavo Freire y la entrada fue libre. Este musical fue creado por el actor Bruxo Queimán y la cantante Andrea Pousa y cuenta la historia de Galicia desde hace dos mil años, cuando Europa estuvo bajo una capa de hielo y las poblaciones decidieron venir a refugiarse en el noroeste de la península Ibérica, lo cual, a la larga, provocó el nacimiento de la cultura atlántica. El musical tuvo una duración de noventa minutos y fue relatando, entre diálogos y canciones, la evolución que tuvo esta civilización hasta la actualidad ayudándose para ello de todo tipo de personajes como: druidas, guerreros, reyes, hadas, brujas o peregrinos. Esta es la tercera vez que actúan en Galicia y decidieron traer el espectáculo a Lugo porque la temática del Arde Lucus tiene mucha conexión con lo que se representa en “Keltia, el musical”.

Los dueños de la empresa Queimán y Pousa, también son los protagonistas del espectáculo. Él representó a un druida y ella a una diosa, que ponía voz a las canciones del musical junto con otros artistas. Ellos ya habían estado trabajando anteriormente en Lugo con la compañía Troula y en estos momentos estaban encantados de poder traer su espectáculo a Lugo durante la celebración del Arde Lucus, que consideraron impresionante, sobre todo por la implicación de la gente y cómo se caracterizan. Para la elaboración del guion contaron con la ayuda del arqueólogo André Peña Braña. En el espectáculo se recreó la batalla del monte Medulio entre los castreños y los romanos, que se cree que tuvo lugar en O Caurel. Una de las cosas que destacó de este musical fue la puesta en valor de una variante del idioma gaélico a través de las canciones. Para ello contaron con el asesoramiento de la filóloga irlandesa Grainne Ni Fhoighil.

El domingo se realizó el gran desfile de los pequeños grandes colaboradores del Arde Lucus, estuvo conformado por los niños, padres y profesores de una veintena de colegios de la ciudad. El evento reunió a unas cuatro mil personas que partieron desde la plaza de Santo Domingo y fueron recorriendo las calles de la ciudad hasta que llegaron a la explanada donde se encontraba instalado el circo romano, donde finalizado el desfile disfrutaron de un espectáculo adaptado para ellos. El desfile fue seguido por un gran número de personas que año tras año ven cómo viven y se implican los más pequeños en esta celebración. Este año tres colegios más se unieron a la comitiva: el Manuel Mallo de Nadela, el Quiroga Ballesteros y el Isla Verde.

El campamento de los herreros realizó esos días una escultura en hierro de un soldado romano que, finalizada la fiesta, fue colocada en un lugar determinado de la ciudad como ya venía siendo lo habitual. Este año fue instalada a la entrada del puente romano por operarios municipales y con la supervisión de los creadores de la obra Jordi Illamola y Sergi Xifró. Dos herreros de Girona fueron los que crearon y elaboraron la escultura.

La última jornada del Arde Lucus se despidió con un conato de enfrentamiento entre las legiones romanas y las tribus castreñas en el que algunos se emplearon de forma rápida y contundente. El druida, un hombre de autoridad, tuvo que actuar de mediador con los jefes de las tribus castreñas para que estos aceptaran la propuesta de paz que les había realizado el Senado romano y que el propio César selló. Una vez realizado el acuerdo, el emperador romano se dispuso a abandonar el lugar escoltado por su guardia pretoriana, no sin antes decirles a las tribus autóctonas que podían asentarse en Lucus Augusti. Este fue uno de los actos más vistosos protagonizado por las asociaciones del Arde Lucus. Con la ceremonia que protagonizaron las vestales se clausuró esta edición preservando el fuego sagrado de Vesta.

Este año colaboró en la fiesta la asociación A Castronela, que nació en la villa de Friol con la intención de centrarse en el estudio, promoción, difusión, reproducción de la vida y costumbres de los pueblos castreños asentados en la antigua Gallaecia, principalmente durante el siglo I a.C. Este colectivo surgió de un grupo de amigos que el año anterior habían cooperado con el personal del Museo Fortaleza de San Paio de Narla en la organización de la fiesta celta de Samaín y, a raíz de esta experiencia, surgió la iniciativa de crear la asociación que hoy en día cuenta con unas cincuenta personas. Ellos comparten su afición por la naturaleza y la riqueza cultural de la comunidad gallega. En su municipio se encontraron importantes vestigios de la época castreña: asentamientos, petroglifos, dólmenes, mámoas e incluso un miliario romano. El sábado participaron en el desfile de asociaciones Arde Lucus alrededor de la muralla.

Lara Méndez, que había debutado como alcaldesa este año, dijo en su primer balance de la fiesta que era impresionante y destacó el gran trabajo realizado por las asociaciones de recreación histórica y el de la ciudadanía en general, ya que año tras año se implica en el Arde Lucus. Asimismo, agradeció al equipo organizativo el buen trabajo realizado, pues todo había salido según estaba planificado. También comentó que este año se iban a efectuar las gestiones necesarias para solicitar la declaración de fiesta de Interés Turístico Nacional, una vez que se cumplían los requisitos exigidos de cinco años como fiesta de Interés Turístico Gallego. La alcaldesa también dijo que se habían recibido quejas por los precios abusivos por parte de algunos restaurantes instalados en el casco histórico bajo concesión municipal y que se atenderían dichas quejas y si se confirmaba que así había sido, se tomaría nota para que no volviera a pasar en futuras ediciones. Incluso se podría abrir la posibilidad de fijar unas tarifas predeterminadas como en la fiesta de San Froilán.

En esta edición se creó una nueva asociación: Las Vestales Lucus Augusti. Este colectivo de recreación histórica estaba formado solo por mujeres que rendían culto a la diosa Vesta, la diosa del hogar. Las Vestales lucenses velan por el fuego sagrado de la fiesta desde su nacimiento en el verano del 2014. La asociación está integrada por siete sacerdotisas, ubicadas al fondo de la plaza Mayor.

Y aquí estamos un año más cerrando esta edición del Arde Lucus y como en su día dijo Virgilio: Vires acquirit eundo (la fuerza se adquiere avanzando).