ARDE LUCUS 2009

En esta edición se quería dar una especial relevancia a los escolares y a las asociaciones de padres que participaban en el desfile de la fiesta Arde Lucus. Para ello se llegó a un acuerdo entre el Concello y la Diputación. Por eso se realizaron talleres en el centro de Artesanía de confección de trajes y de complementos. Lara Méndez, vicepresidenta segunda de la Diputación, comunicó que para realizar estos trajes se usasen treinta y dos cortinones que se encontraban almacenados en la Diputación, ya que se habían cambiado recientemente. También dejó claro que los informes técnicos habían señalado que estas telas podían ser desechadas.

Se formaron grupos de veinte niños y, al frente de los trabajos, estuvieron artesanos de dicho centro y alguno de los monitores del Ayuntamiento. En uno de los talleres se les explicó a los niños la historia de la ciudad, ya que uno de los objetivos de estos talleres es que conocieran sus orígenes. Fue del colegio de los Salesianos de donde surgió la idea de que los niños tuviesen participación en la fiesta y cinco colegios más se unieron a esta iniciativa: el colegio Luis Pimentel, el colegio Paradai, el colegio Cervantes, el colegio Divino Maestro y el colegio Manuel Mallo. Rosana Rielo, concejala de Juventud, comentó que esperaban que en el desfile participaran unos quinientos niños.

Este año, a los concursos ya existentes, se le añadió una nueva categoría, que fue la de decoración de escaparates. También hubo otro apartado para el mejor campamento. Este era para los grupos que decidieran acampar como lo hacían los romanos y para ello se estableció un recinto que el Concello había creado para tal fin. En él tuvieron que permanecer desde el día veintiséis que comenzó la fiesta hasta el veintiocho que acabó. El premio al ganador era de quinientos euros.

La fiesta Arde Lucus está de estreno este año y el Concello ha creado una página web www.ardelucus.com, para todo aquel que esté interesado en ella y en la que también se podían consultar diferentes modelos de trajes de romanos y castreños y los pasos a seguir para hacerlos.

En esta edición se quería dar una especial relevancia a los escolares y a las asociaciones de padres que participaban en el desfile de la fiesta Arde Lucus. Para ello se llegó a un acuerdo entre el Concello y la Diputación. Por eso se realizaron talleres en el centro de Artesanía de confección de trajes y de complementos. Lara Méndez, vicepresidenta segunda de la Diputación, comunicó que para realizar estos trajes se usasen treinta y dos cortinones que se encontraban almacenados en la Diputación, ya que se habían cambiado recientemente. También dejó claro que los informes técnicos habían señalado que estas telas podían ser desechadas.

Se formaron grupos de veinte niños y, al frente de los trabajos, estuvieron artesanos de dicho centro y alguno de los monitores del Ayuntamiento. En uno de los talleres se les explicó a los niños la historia de la ciudad, ya que uno de los objetivos de estos talleres es que conocieran sus orígenes. Fue del colegio de los Salesianos de donde surgió la idea de que los niños tuviesen participación en la fiesta y cinco colegios más se unieron a esta iniciativa: el colegio Luis Pimentel, el colegio Paradai, el colegio Cervantes, el colegio Divino Maestro y el colegio Manuel Mallo. Rosana Rielo, concejala de Juventud, comentó que esperaban que en el desfile participaran unos quinientos niños.

Este año, a los concursos ya existentes, se le añadió una nueva categoría, que fue la de decoración de escaparates. También hubo otro apartado para el mejor campamento. Este era para los grupos que decidieran acampar como lo hacían los romanos y para ello se estableció un recinto que el Concello había creado para tal fin. En él tuvieron que permanecer desde el día veintiséis que comenzó la fiesta hasta el veintiocho que acabó. El premio al ganador era de quinientos euros.

La fiesta Arde Lucus está de estreno este año y el Concello ha creado una página web www.ardelucus.com, para todo aquel que esté interesado en ella y en la que también se podían consultar diferentes modelos de trajes de romanos y castreños y los pasos a seguir para hacerlos.

El Comilonum no se celebró en esta edición. El Concello había anunciado que no participarían económicamente este año en el evento. El presupuesto ya era inferior al de otros años y si realizaban este evento, no podrían llevar a cabo otras muchas actividades. Solo si los hosteleros se implicaban en realizar este evento se podría celebrar sin problemas. Al final, el Comilonum fue sustituido por la Tabernae, el comedor romano de la ciudad, que estuvo ubicado en la plaza de la Soledad. En el que se pudo degustar un menú totalmente de la época.

El Arde Lucus de este año se celebró durante los días veintiséis, veintisiete y veintiocho de junio. El presupuesto de esta edición fue algo menor que el de otras ediciones debido a la crisis existente, pero no por ello el programa decayó en actividades o espectáculos. Para ello, las asociaciones trabajaron sin parar: Cohors III Lucensium, Terra Copora, Lugdunum y Tir Na n’og. Además, la asociación Cohors III Lucensium estrenó himno oficial este año. Era un cántico en latín creado por uno de los asociados. Durante los desfiles que hicieron por la ciudad lo fueron entonando para que la gente pudiese escucharlo.

El viernes, primer día del Arde Lucus, se inició, como ya es tradición, con la inauguración del Macellum (mercado), que cada vez tiene más puestos y vistosidad. Uno de los que más llamó la atención fue el de las hierbas curativas, atendido por un druida que atraía a todos los que por allí pasaban con sus mil y una pociones curativas. Las había para los cólicos de vesícula, para los que padecen jaquecas, para mantener a raya la diabetes o el colesterol e incluso para la próstata. También tenía para que los más jóvenes pudieran hacer desaparecer esos granos tan molestos que salen en sus rostros cuando llega la pubertad.

En el mercado no faltaron puestos donde poder degustar ricos manjares: como la rica cecina de potro o de toro, el chorizo de ciervo, el queso de oveja y un gran surtido en patés o mermeladas. También hubo uno que gustó mucho, aunque hubo gente que dijo que no pegaba con la época. Sin embargo, como cuenta el historiador gastronómico Michael Krondl: “En cierta manera, el churro tal y como lo conocemos hoy no es tan diferente de una receta de buñuelos hechos con harina y agua que ya se encuentra en un libro de cocina romano del siglo I a C”. Parece que al final no desentonó tanto el puesto. Y tampoco faltaron en esta edición los puestos de joyas, cuero, cerámicas y todo tipo de abalorios.

Una de las novedades de este año fue la instalación de un campamento de forjadores en la plaza de la Constitución. En él se reconstruyó la vida cotidiana de las gentes que se dedicaban a trabajar el hierro en la época romana, así como las labores habituales del campamento. Dentro de este estuvo situado “la forja del centinela” donde se recreó el oficio tradicional de los herreros y en él hubo exhibiciones y actividades donde el público podía participar. Todo el que quiso conocer más a fondo este oficio pudo hacerlo, siempre guiados por las manos expertas de los herreros y herreras que  allí trabajaban. Además, también fueron los encargados de realizar una estatua de un centinela romano de unos dos metros de altura, realizada en granito y hierro. Esta estatua llevaba todos los componentes por los que se distingue la guardia romana: casco, espada, escudo, lanza. Todo el que por allí pasó pudo observar cómo se realizaba la escultura y como trabajaron en ella los forjadores y los herreros. Dicha estatua, finalizado Arde Lucus, fue colocada en el tramo peatonal de la Ronda, desde donde vigilará la muralla romana de Lucus Augusti. No faltaron los gladiadores, ni los legionarios que hicieron una representación de la vida cotidiana de un campamento en la Roma Imperial.

El circo este año amplió sus pases, ya que aparte del sábado en su horario habitual, se añadió otra sesión el viernes por la noche. Este es un espectáculo que atrae a una gran multitud y se quedaba pequeño con solo un pase.

La asociación Cohors III Lucensium colocó una pantalla en la plaza del Campo donde proyectaron la noche del viernes y del sábado un power point en el que se explicaba cómo estructuraban la vida en los campamentos romanos y la vida militar. Esta presentación fue hecha por uno de los componentes de la asociación, el arquitecto Manuel López Guitar.

Otra novedad de este año fue el cambio de ubicación de la batalla de romanos contra castreños, que se realizó en la Ronda de la Muralla bajo la Mosqueira, uno de los motivos es que era más amplio ese espacio y otro es que se podía ver y disfrutar desde la muralla.

El sábado fue una multitud de gente la que pasó por la ciudad de Lugo con la premisa “Dum vivimus, vivamus” (mientras vivimos, vivamos) y así ocurrió, porque esta fue una jornada donde hubo que cuantificar muy bien el tiempo si se quería ver y disfrutar de todo lo que allí se veía. Es bien sabido que uno de los espectáculos de los que la gente más disfruta es el circo y este año no fue menos, ya que más de tres mil quinientas personas fueron las que pudieron ver los enfrentamientos entre gladiadores. En la arena hubo tres equipos que estaban formados por dos gladiadores cada uno y que se distinguían porque cada uno llevaba un color. El público, vestido en su mayoría para la ocasión, se adjudicó rápidamente el color de su equipo favorito: el azul, para la luchadora germana y el luchador de Cartago; el rojo, para el luchador lusitano y el bretón y, el negro, para el gladiador tracio y al que nombraban príncipe Masala.

Compitieron saltando aros de fuego montados a caballo. Otra de las pruebas consistía en que, montados en sus caballos, tenían que quitar de los hombros de su oponente el pañuelo que llevaba prendido. El público enardecido victoreaba a sus equipos y cuando salieron   las bigas para competir en la carrera, el circo era un clamor. La lucha final, cuerpo a cuerpo, en medio de un círculo de fuego fue la que enfrentó al luchador de Cartago y al que llamaban príncipe Masala. El ganador del combate fue el luchador cartaginés y Masala fue el perdedor, que fue condenado a morir por el emperador de Roma. El premio para el ganador fue obtener la libertad y aún más importante que eso, pasó a ser ciudadano de Lucus Augusti.

La única queja que hubo por parte del público es que en las dos sesiones hubo asientos vacíos, mientras que desde las cuestas del parque había más de dos mil personas viendo el espectáculo. La razón de que ocurra esto es porque las entradas son gratuitas y cada persona pudo coger hasta cuatro y después muchas no fueron a ver el circo. El Concello hizo suya esta queja y ya dijo que para el próximo año se cobraría una cantidad simbólica, no con fines recaudatorios, pero si para que no volviera a suceder lo de este año.

Paco del Olmo es uno de los componentes de la empresa de especialistas Legend, que fueron los encargados de realizar el espectáculo del circo y alguno más en Arde Lucus. Él comentó que llevaba viniendo a Lugo desde la primera vez que se hizo esta fiesta y que, año a año, había visto la gran evolución que ésta había tenido. Contó que el primer año llegaron a Lugo cinco personas, dos bigas y cuatro o cinco caballos. Este año estaban catorce personas, tres carros y seis caballos. La primera vez que llegaron a Lugo, nunca había oído hablar del Arde Lucus y poco menos de la muralla. En un principio pensaron que no iban a volver, porque su espectáculo está pensado para fiestas más consolidadas. Sin embargo, su conjetura fue totalmente errónea, pues la evolución que tuvo la fiesta fue brutal desde todos los puntos de vista, tanto desde el organizativo, como del técnico y también del artístico. Algo que destacaría de esta fiesta que otras no tienen es la gran participación de la gente. Cree que esta fiesta da para más y que deberían ser más días. Así se podría disfrutar más, ya que se tendría más tiempo para verlo todo.

El Concello decidió que, para el espectáculo de la quema de la Muralla, se contratase a un especialista en diseño de espectáculos. Mariano Lorenzo es un afamado profesional en el sector y trabajó con formaciones musicales como Hombres G o Mecano y también con Álex de la Iglesia, director de cine, por poner algún ejemplo. El evento fue realizado en la escalinata del parque de Rosalía de Castro y en él se recreó el asedio que sufrió una ciudad romana. En la representación participó un numeroso grupo de personas. Por una parte, estaban los voluntarios de las asociaciones participantes y, por el otro, los actores profesionales.

El acto de la quema de la muralla también sirvió para la presentación de la sintonía de esta fiesta, que fue creada exclusivamente para este evento y que sería algo así como la banda sonora del Arde Lucus. Con todo esto, el Concello quería que esta novena edición, sirviera para consolidar Arde Lucus como una de las mejores fiestas existente a nivel nacional.

Ditirambo es una asociación de Cartagena que, aparte de trabajar con el hierro, también se dedicaba a hacer toda clase de representaciones históricas. Realizaban exhibiciones de lucha y pantomimas basadas en temas diversos como: “Origen del teatro” o “Cortejo de pompas fúnebres”. Por este último número recibieron varios premios y, según confirmó el portavoz del grupo, José Antonio Ortas, también la representarían en Lugo. A estas recreaciones fueron unidas distintas actuaciones de magia que se realizaron por distintas zonas del casco histórico. Además, el mago Rafa preparó un espectáculo en el que se emplearon elementos y vestuario de la época y que llevó por nombre: Abracadabrix. Este sábado acabó siendo en el que más gente hubo en Lugo a lo largo de estas nueve ediciones.

 

Uno de los actos más importantes del domingo fueron las Olimpiadas, por el gran interés que despiertan siempre entre el público. En estas compitieron los miembros de tres asociaciones: Terra Copora, Lugdunum y Tir Na N’og en la que los participantes midieron sus capacidades siempre dentro de la deportividad y el buen hacer de todos ellos. Eran veinticuatro los atletas que compitieron, ocho por cada asociación y todos ellos intentaron demostrar su capacidad de resistencia en pruebas como la de serrar troncos, el lanzamiento de piedra (catorce kilos es el peso de ésta), la carrera con tronco (tenían que correr con el tronco al hombro) o la de tirar de la cuerda. Los participantes orgullosos de poder formar parte de estas justas lo dieron todo durante las competiciones. Al final de los juegos resultaron ganadores, por haber ganado la mayoría de las pruebas, los atletas de Terra Copora. Esta asociación en colaboración con la asociación vecinal de Sedes (Narón) fueron los que organizaron estos juegos. El trofeo de los ganadores de las Olimpiadas fue una réplica a pequeña escala de la estatua del centinela realizada en el campamento de los forjadores, los cuales también serían los encargados de la organización de los juegos Olímpicos del año 2010. La novedad en estos juegos fue que compitieron también colectivo vecinales y deportivos.

Otro evento que resultó realmente espectacular fue el que realizaron los cerca de setecientos niños que participaron en el desfile junto a familiares y profesores. Este fue uno de los actos más emotivos de esta jornada. Todos los niños que participaron eran alumnos de primaria y habían diseñado y confeccionado los trajes que lucieron durante el desfile. Algunos de estos niños realizaron una palloza que llevaron subida en un carrito para poder desplazarla durante el desfile. Esto ha servido para que los niños conozcan mejor los orígenes de su ciudad y conozcan su historia. Otra novedad de esta fiesta fue el espectáculo “Danzarium” realizado por los alumnos del conservatorio de danza en la plaza de Santa María y organizado por la ANPA del Conservatorio Superior de Danza.

Como broche final, esta edición del Arde Lucus finalizó alcanzando el cuarto puesto en la lista de la página web en la que se eligen las mejores fiestas de España. Esta fiesta ha demostrado que cada año está más consolidada y se baten récords que hacen de ella una fiesta única y espectacular. El año que viene volveremos con más.

Las tres asociaciones que se estrenaron este año en Arde Lucus:

Terra Copora es una asociación cultural y de recreación histórica surgida del interés compartido por los orígenes de su ciudad, Lugo, y el apasionante contexto histórico-cultural de aquella época. Nació a finales del dos mil ocho y la integran dieciséis personas. Apuestan por la divulgación de sus trabajos tanto a través de medios escritos como audiovisuales. Participan en exposiciones y reconstrucciones históricas, así como en actos de carácter social y cultural. Revivir el esplendor de Terra Copora, tanto en el mundo celta como del romano, es el objetivo de esta asociación. La reconstrucción de una época apasionante, del día a día de las gentes que fueron origen de su ciudad, de su cultura y tradiciones.

Lugdunum es una asociación cultural, deportiva y vecinal con espíritu celta en la que su mayor inquietud es conocer y extender las raíces castreñas que han dejado sus ancestros en las tierras gallegas para darlas a conocer y que otras personas puedan acercarse a su cultura. Nacen en octubre del año dos mil ocho y está integrada por veinticinco personas. Su símbolo es la espiral celta o trisquel.

Tir Na N’Og es una asociación de recreación histórica y que nace en agosto del dos mil ocho. Su nombre significa literalmente “la tierra de los jóvenes” en lengua celta. Su principal objetivo es reproducir la vida diaria de un pueblo castreño en la Edad de Hierro y durante la romanización de Gallaecia. También realizan diversas actividades de animación y talleres. Por eso se han centrado en los Namarini, un pueblo afincado en la Marina Lucense durante este periodo. Ellos se propusieron la ambiciosa tarea de divertir y entretener a la gente allí donde van.