ARDE LUCUS 2008

Este año comenzaron con anticipación al inicio de la fiesta Arde Lucus los talleres en los cuales pudo participar todo el que quiso hacerlo, aunque antes tenían que apuntarse, ya que eran muchas las personas que querían asistir a ellos. Hubo un taller de confección de trajes de época, como ya es habitual todos los años, y como novedad se realizó un taller de cuero para hacer sandalias, pulseras y demás adornos. También hubo otro de cartón piedra para hacer corazas para el ejército romano. Estos talleres fueron en el centro social Uxío Novoneyra, así como en un local habilitado en el Centro de Empresarios e Innovación.

Para la confección de los trajes y sandalias de las asociaciones cooperaron un grupo de mujeres y hombres que estaban inscritos en el curso de corte y confección y cuero en la escuela del Centro Penitenciario de Bonxe. Ellos empezaron a elaborarlos en el mes de enero e hicieron unos cien trajes, de los cuales unos fueron para los camareros que trabajaron en el Comilonum, otros para el grupo de teatro de la asociación Anade, para una parte del personal del Ayuntamiento y para los miembros del séquito del César. El resto fueron para el Concello, que los utilizó como préstamo. Para alquilar estos trajes se tenía que depositar un aval que oscilaba entre los treinta y sesenta euros dependiendo del traje y solo se recuperaba el dinero si el traje era devuelto en óptimas condiciones.

Sobre principios de junio fue la inauguración de la exposición “Influencia de la vestimenta romana en Lucus Augusti”, compuesta por trajes confeccionados por internos matriculados en el Instituto del centro penitenciario. En total fueron diecinueve trajes originales los que estuvieron distribuidos por todo el museo teniendo en cuenta su estructura original. Los responsables de la exposición dijeron que eran trajes perfectamente adaptados a los modelos romanos y que para ello se les había entregado documentación de la época a los internos. Todos los trajes llevaban una túnica, una prenda interior conocida como quitón griego y después iban los vestidos de abrigo en colores diferentes. Además, el material que habían utilizado era reciclado y las joyas que adornaban cada traje habían sido hechas a mano. Esto trajes pasaron a formar parte del conjunto de indumentaria que aportó el ayuntamiento al Arde Lucus 2008. Más de seiscientas personas pasaron por esta exposición celebrada en Porta Miñá. La iniciativa de realizar esta exposición salió de la concejalía de Juventud de acuerdo con Instituciones Penitenciarias.

De nuevo tenemos por delante un fin de semana donde Lugo vuelve a retroceder en la historia para convertirse en Lucus Augusti, la ciudad sagrada de Augusto. Lugo fue la ciudad del Sacramentum (pacto sagrado) en su fundación. Su origen como ciudad está determinado por la voluntad de Augusto de alcanzar una convivencia de paz entre Roma y los pueblos indígenas de la Gallaecia. Este año, Arde Lucus se celebró los días 20, 21 y 22 de junio y se esperaba que más de trescientas mil personas visitaran la ciudad para disfrutar de los festejos. Con un programa con más de doscientos cincuenta espectáculos y actividades, unos ya tradicionales y otros que iban a ser novedad en esta edición.

La fiesta fue inaugurada el viernes por la concejala Carmen Basadre y dejó patente que uno de los objetivos de la fiesta era el de reavivar el centro histórico de la ciudad y que también esperaba que fuéramos conscientes de sus raíces rememorando su pasado, ya que es lo que hace de Lugo la ciudad que vemos hoy. Deseó que todos, tanto los foráneos como los visitantes, disfrutaran de la fiesta porque el programa estaba hecho para que todos participaran. Terminada la inauguración, como ya es habitual, fue la apertura del Macellum (mercado) sobre las cinco de la tarde. Media hora después se inauguró el campamento que se instala en el carril das Estantigas y en la plaza Mayor se instaló el campamento de la Cohors III Lucensium.

En el montaje de este último campamento han intentado ser lo más fieles posible con la historia de la época. Este fue fabricado con materiales que también fueron empleados por los romanos, como es la madera. Los legionarios de esta centuria empezaron siendo un grupo de amigos y ahora son una activa asociación cultural que está formada por unas cincuenta personas. La intención es crear entre los lucenses un espíritu de participación en las fiestas que conmemoran los orígenes romanos de la ciudad, como comentó su presidente Manuel Ángel Fernández Díaz. En este se desarrollaron actividades como la lucha de gladiadores o un enfrentamiento entre hombres armados con espada, tridente y un puñal y como protección solo llevaran un escudo y el casco.  No faltó la instrucción militar en la que se basa la formación de un legionario, siempre supervisada, por supuesto, por un centurión. Dentro del recinto también tuvieron una zona para que los niños hicieran actividades. El macellum y el otro campamento también tuvieron su propia programación. En uno se pudo ver animación de humor, malabares, música, acróbatas. En el otro, instrucciones militares, paseos de bigas, luchas de espada y demás actividades propias de un campamento romano.

Sobre las nueve de la noche se realizó el desfile, un clásico ya en esta fiesta. En él hubo más participantes que en otras ediciones. A los trajes que allí se lucieron no les faltaba ni un detalle. El éxito exponencial de este evento es debido a los talleres que realiza el Concello, por los que este año pasaron unas cuatro mil personas, así como a los premios que se conceden, que oscilan entre los trescientos euros y los mil, además de una cámara digital, un mp4 y varios lotes de libros. Los ganadores de esta edición fueron: en individuales adultos, la diosa Minerva; en individual infantil, Cesarión y en grupos fue para Lugdunum. Acabado el desfile comenzó la obra de teatro “Un día de campo romano”, que interpretó el grupo de teatro “Pinchacarneiro” de la fundación Anade. Los actores iban vestidos con los trajes confeccionados por los internos del Centro Penitenciario de Bonxe, la actuación fue divertida y del agrado de todos los que asistieron a verla.

Una de las novedades de este año fue el “Pugilatum in memoriam”  Tori Jul, que se realizó en la plaza de Santa María y en él se recrearon los combates de boxeo romanos. Los romanos recurrían a este tipo de ocio para entretenerse cuando eran mandados a los asentamientos de las fronteras, muchos de ellos constituidos por soldados, y alejados de la mundanal vida de Roma. El acto se celebró al aire libre y estuvo organizado por el Cidade Lugo. El espectáculo constó de ocho combates y el combate estrella de la noche fue el que enfrentó a Vicente Barrull, el que fuera campeón de España en el año 2006, y a José Infierno Arias. El combate no estuvo exento de polémica ya que hubo espectadores que no estuvieron de acuerdo con la decisión arbitral de que el ganador fuera Vicente Barrull. La representación lucense en estos combates fue la del púgil Iván Martínez, que quedó ganador por el abandono de su contrincante en el segundo asalto. No se puede decir que la primera jornada del Arde Lucus no empezase con fuerza.

La batalla entre romanos y celtas estuvo a cargo del grupo de especialistas Legend, de la Cohors III Lucensium, la Legio Nova Invicta y de la Cohors I Galicia y tuvo lugar en la zona peatonal de la Ronda de la Muralla. Para finalizar la noche se celebró la bacanal, como ya es tradición en esta fiesta, organizada por la asociación Alas, que también se encargó de realizar un espectáculo de luz y sonido que animó la madrugada lucense.

El sábado acompañó el tiempo con un día de sol y temperaturas de 30 grados. El pregón que daba por iniciada la fiesta oficialmente y que tenía que haber sido proclamado por el César (el edil, José Piñeiro), fue pronunciado, sin embargo, por la diosa Juno (encarnada por la edil Carmen Basadre). Esto se debió al cortés rechazo del edil que, sin sentar precedente, le cedió el honor a la concejala.

El César, vestido para la ocasión con la toga púrpura y la corona de laurel, presentó a la diosa Juno como una persona ecuánime y benévola, pero que en ocasiones su cólera era temible. Juno, reina de los dioses y del matrimonio, aprovechó que le habían dado la palabra para decir “que la discriminación contra las mujeres” era lo que causaba su enojo. En su discurso hizo un repaso al Olimpo, del cual había una gran representación en esos momentos y en especial a algunos dioses. Por ejemplo, a Baco, el dios de vino, al que le sugirió que debía enseñar a los asistentes de los festejos a beber con moderación y a que evitasen las peleas. Y también mencionó a las gentes de Lucus Augusti para que participasen de la llama que arde con la fuerza de la vida y de la igualdad. Acto seguido se realizó la fundación de la ciudad.

El sábado estuvo repleto de actividades ya usuales en este evento como son el circo, la venta de esclavos, las bodas celtas, las carreras de bigas etc. Ese día también se celebró en la plaza de Santa María la tradicional queimada. Este año por primera vez hubo una exhibición a caballo de una cuadra lucense que participó en el Arde Lucus. La quema de la muralla estuvo este año a cargo de la empresa Pirotecnia Penide, que se encargó de que se iluminara el firmamento de la ciudad de Lucus Augusti por unos momentos.

El gran acto del domingo era la celebración del Comilonum, que de nuevo formaba parte de la programación del Arde Lucus. El último año había sido el 2003, en la que se sacaron diferentes conclusiones dependiendo de quién viniesen. De la parte más política estaban convencidos de que merecía la pena hacerlo y que daba a conocer Lugo. Por la parte de la hostelería venían los contras, pues alegaron que daba muchos gastos y pocas ganancias, algo que no estaban en condiciones de asumir.

Ahora, cinco años más tarde, se volvía a realizar después de algunos quebraderos de cabeza y mucho debatir, principalmente sobre el menú. Pero al final se llegó al consenso de todas las partes y por fin, el presidente de la asociación Provincial de Hostelería, Cheché Real, desveló en qué iba a consistir el menú. Como aperitivo se pusieron bandejas, unas de frutos secos y otras de sandía con uvas por las mesas. El primer plato fueron albóndigas de sepia; de segundo, cordero asado con ensalada y chuletillas y de postre, tarta de almendra regada con licor. El vino era un Mencía de la Rivera de Pantón, agua de Mondariz, aguardiente blanco y de hierbas, licores y el acompañamiento de panecillos de pasas.

Al ágape acudieron unas cuatro mil quinientas personas y el cubierto tuvo un coste de veintidós euros que se podía abonar, o en Caixanova o en la taquilla que habilitó el Concello en la plaza Mayor para ello. Se pidió a los comensales asistiesen a la comida vestidos con trajes de época, siempre que fuera posible. La Cohors III Lucensium, formada por infantería pesada, protegió el evento y se encargaron de transmitir todas las novedades al Emperador, que se encontraba en la mesa de autoridades. En ella se pudo ver, entre otros, al concejal de Industria, Fernando Blanco y al presidente de los hosteleros, Cheché Real, que comentó que el Comilonum había sido un éxito rotundo, aunque se estaba pensando en realizarlo en otra fecha y de noche. Añadió que el Arde Lucus ya tiene muchos atractivos y que no precisa de este evento para darle más, por eso estaban pensando en cambiar la fecha de este gran banquete.

Además, se celebraron esta jornada las olimpiadas y también este año hubo una carrera de atletas alrededor de la muralla. Coincidiendo con esta fiesta se presentó en Lugo la primera novela del escritor lucense Pablo Núñez titulada “Las hijas del César”, en la que recrea la etapa romana de Lugo. La obra fue publicada en castellano y gallego y es en homenaje a la tierra en la que nació.

Este año, Arde Lucus sorprendió por su gran capacidad de atracción tanto para los foráneos como los visitantes y por su proyección exterior. Tanto es así, que cada año hay más cadenas de televisión interesadas en cubrir el evento.  TVE envió un equipo para grabar la primera jornada de la fiesta y Telecinco manifestó su deseo de hacerlo, aunque la que más cobertura dio de esa fiesta y la que más tiempo le dedicó fue Localia Telelugo. En formato papel la mayoría de los periódicos de Galicia escribieron sobre estos festejos y también lo hicieron periódicos nacionales y algunas páginas de cultura clásica y de cultura celta. Arde Lucus va superando año a año todas las expectativas, por eso son muchas las personas que solicitan que esta fiesta sea declarada de Interés Turístico Gallego y también, de Interés Turístico Nacional. Aunque como bien dijo Carmen Basadre, hay que esperar todavía tres años más, ya que es necesario que la fiesta se haya celebrado durante diez años. Toca esperar.